Un martillo neumático es un tipo de herramienta manual que utiliza un martillo interno para golpear el yunque. Esta acción produce fuerzas lineales perpendiculares a la dirección de desplazamiento, lo que produce impactos casi rectos de forma predecible. Las fuerzas de impacto en la superficie crean micro-residuos conocidos como hamon. El término “martillo” proviene del acto de golpear el cuerpo o el mango de la herramienta con la mano, y de este modo se relaciona con la herrería y la forja. Los martillos se utilizan en diferentes industrias para una variedad de aplicaciones. Se utilizan habitualmente en obras de construcción, fabricación y reparación, así como por aficionados y artesanos que disfrutan trabajando con el metal. Hay muchos tipos diferentes de martillos disponibles para la compra, pero la mayoría comparten características comunes. Analicemos su proceso de producción para que pueda elegir sabiamente al comprar su próximo martillo.
¿Para qué sirve un martillo?
Un martillo se utiliza para golpear el metal con el fin de crear el acabado deseado en la superficie. Como se acciona a mano, el martillo no tiene un tren de engranajes para producir fuerza. En su lugar, el metal se golpea con una cara del martillo que produce fuerzas perpendiculares a la superficie de impacto. Dado que esta es la forma más sencilla de golpear, el martillo es adecuado para muchas aplicaciones que requieren un impacto simple y en línea recta. Los procesos patentados desarrollados por los talleres de abujardado utilizan martillos para producir un acabado abujardado en el metal. Las fuerzas de impacto del martillo crean un complejo patrón de microdesechos conocido como “hamon”. Los acabados abujardados se utilizan para crear un sinfín de diseños. Son populares como acentos decorativos en muebles y arquitectura, como herrajes decorativos y para aplicaciones industriales y militares.
Proceso de producción de un acabado abujardado
Los acabados abujardados se consiguen normalmente mediante el uso de un martillo y un yunque. El martillo se golpea contra el yunque para crear fuerzas de impacto perpendiculares a la superficie. El material que se va a acabar se coloca entre el martillo y el yunque para que la fuerza se desplace en la misma dirección que la cara del martillo. Cuando se golpea el martillo, el material es forzado contra el yunque, creando fuerzas lineales perpendiculares a la superficie. A continuación, se vuelve a golpear el martillo, haciendo que las fuerzas lineales se transfieran al material. Este proceso se repite según sea necesario para crear un acabado suave y uniforme en la superficie del metal.
Cómo imprimir un acabado abujardado
Los acabados abujardados se crean con el mismo proceso que un acabado ordinario forjado a martillo, pero la superficie del metal se “imprime” con un complejo patrón de microdesechos conocido como “hamon”. Este proceso se denomina “impresión” de un acabado para distinguirlo del acabado “martillado”. El resultado es un acabado con una apariencia similar a la de un acabado forjado, pero con un patrón muy distintivo. El proceso de impresión utiliza un martillo de impresión especializado en el acabado abujardado. Este martillo comparte propiedades similares a las de un martillo de forja, pero no se forja a partir de una sola pieza de acero. En cambio, está hecho de múltiples piezas forjadas que se ensamblan entre sí. Esto proporciona a la cara del martillo un patrón distinto que puede imprimirse en la superficie del metal.
El resultado final: un acabado abujardado
Los acabados abujardados se producen mediante el proceso de impresión, en el que la cara del martillo se golpea contra un yunque y las fuerzas creadas se transfieren a la superficie. Este martillo es un martillo de impresión de acabado abujardado, y la superficie es un material que ha sido “impreso” con un complejo patrón de microdesechos conocido como “hamon”. El resultado es un acabado con una apariencia similar a la de un acabado forjado, pero con un patrón muy distintivo. Los acabados abujardados pueden utilizarse como acentos decorativos en muebles y arquitectura, como herrajes decorativos y para aplicaciones industriales y militares. Los acabados abujardados también se utilizan para crear multitud de diseños. Estos patrones van desde opciones simples y geométricas hasta diseños extremadamente complejos que serían muy difíciles de crear mediante otros procesos.
Ventajas y desventajas de los acabados abujardados
Los acabados abujardados tienen muchas ventajas. Son duraderos, fáciles de limpiar, resistentes a la corrosión y tienen un bajo coeficiente de fricción. Estas características los convierten en una opción popular para aplicaciones que requieren equipos industriales, herramientas y maquinaria. También son populares para crear herramientas de carpintería a medida, detalles arquitectónicos, muebles, armarios y mucho más. Los acabados abujardados tienen el potencial de crear algunas desventajas. Pueden ser difíciles de aplicar y su producción puede llevar mucho tiempo debido a su complejidad. Sin embargo, una vez que se comprende cómo se producen, son un proceso de acabado notablemente sencillo que puede adaptarse a casi cualquier requisito del proyecto.
Cómo identificar un martillo neumático forjado
Un acabado forjado se crea con el mismo proceso que un acabado abujardado, pero la forma de la cara del martillo es diferente y la superficie “impresa” tiene un patrón distinto. La forma de la cara del martillo puede utilizarse como indicador para determinar si el martillo ha sido forjado con un proceso neumático o de forja. Un martillo neumático tiene una cara de martillo que ha sido forjada de una sola pieza de acero. La superficie “impresa” es un acabado forjado. Un martillo de forja, en cambio, tiene múltiples piezas forjadas que se han ensamblado para formar la cara del martillo. La superficie “impresa” es un acabado abujardado. Hay muchas marcas diferentes de martillos neumáticos forjados que se comercializan para su uso en aplicaciones de taller. Sin embargo, las caras de los martillos forjados tienen un aspecto distintivo que puede utilizarse para identificar uno como un verdadero martillo de forja.
Conclusión
Los acabados abujardados suelen ser una alternativa más barata que los acabados forjados, pero también son más complicados de producir. Cuando compre un martillo de acabado abujardado o un yunque de acabado abujardado, asegúrese de comprar un martillo de forja o un martillo neumático. Estos dos tipos de martillos de acabado tienen propiedades muy diferentes y producirán resultados muy distintos cuando se utilicen en el mismo proceso. Los acabados con martillos se utilizan a menudo en aplicaciones decorativas, como herrajes decorativos a medida, o para crear componentes con formas personalizadas, como piezas de muebles que no se fabrican con formas estándar. También pueden utilizarse para crear patrones inusuales que no pueden producirse con otros procesos de acabado.