Archivar en noviembre 26, 2021

El tercer ojo: ¿Qué es y cuáles son sus señales?

Tercer ojo

El tercer ojo es uno de los temas más importantes de la clarividencia. Se trata de un requisito para poder desempeñar esta labor con eficacia, hacer conjuros de magia blanca y mucho más. De ese modo, es un talento anhelado por una gran cantidad de personas.

Pero es innegable que muchas veces se desconoce en qué consiste realmente este elemento. Para resolver cualquier duda vamos a definirlo. Y adicional a eso, te revelaremos cuáles son las señales de que está presente en ti, para que sepas reconocer si lo has desarrollado.

¿Qué es el tercer ojo?

El tercer ojo hace referencia a un ojo simbólico o invisible que le brinda a su usuario la capacidad de ver más allá de lo evidente. En otras palabras, lo dota de un alto nivel de percepción, con el cual se abre para él un mundo nuevo que los demás no pueden ver.

Siendo de ese modo, queda claro por qué es un requisito dentro de la clarividencia. Quien posee un tercer ojo puede detectar los hilos tras los sucesos que afectan a otras personas. Por lo tanto, cuenta con una capacidad para desempeñar las labores de un vidente como debe ser.

El falso tercer ojo

Ya dijimos que este elemento no es visible, así que no es algo que otros puedan detectar. Gracias a ello puedes pasar desapercibido. Por desgracia, algunos se aprovechan de ese detalle para afirmar que han desarrollado este ojo.

Sin embargo, toda persona que desarrolle esta capacidad se destacará por ser muy perspicaz. Por consiguiente, si alguien dice tener el ojo, podrás verificar que es verdad fijándote en sus juicios y comentarios.

Señales de que estás desarrollando el tercer ojo

El tercer ojo, aunque no es detectable, sí va dando señales en la persona a medida que se va desarrollando. Algunas de ellas son más fáciles de notar que otras. Sea como sea, presta atención a cada una para que puedas identificar tu clarividencia:

Intuición más desarrollada

Esta señal es la más obvia. Cuando aparece el tercer ojo la intuición se dispara repentinamente. En consecuencia, empiezas a notar cosas, sucesos y situaciones que antes ni siquiera percibías.

Quizás el máximo rasgo de esta señal es que comienzas a presentir lo que está a punto de pasar. Esto se debe a que el ojo te permite hacer una lectura del presente y del tiempo que las personas normales no podrían realizar, y es a partir de ella como puedes adivinar qué será lo siguiente.

Por otro lado, tu sentido del bien y del mal se fortalece. Parte de la clarividencia es precisamente reconocer y distinguir las buenas energías de las malas. Con el tercer ojo esto se volverá muy sencillo para ti, sin importar a quién tengas en frente.

Presión fuerte en la zona del entrecejo

Aquí ya estamos ante una señal física, y en ocasiones un poco molesta. La aparición del tercer ojo suele traer también un ligero dolor en la zona que está entre las cejas. No es una coincidencia, sino todo lo contrario: es precisamente allí donde se concentra su poder.

La sensación de dolor es parecida a un apretón muy fuerte. En otros casos se ha sabido que en vez de eso se siente un calor intenso que casi llega a quemar. Sea uno o sea el otro, lo cierto es que la intensidad es un rasgo en común.

Por supuesto, este problema se mantiene durante los primeros meses. Mientras más se desarrolle tu clarividencia mediante el tercer ojo, menos molestia sentirás. Simplemente ten paciencia.

Sensibilidad a la luz

Esta señal es la menos notable, pero no por ello podemos pasarla por alto. Cuando el tercer ojo empieza a desarrollarse, la sensibilidad a todos los tipos de luz se multiplica considerablemente.

En ciertas personas el aumento llega a ser extremo, mientras que en otras es más tolerable. De igual forma, es común que los colores se comiencen a ver más brillantes de lo usual.

El punto con esta señal es que si la dominas y la resistes puedes adaptarte en muy poco tiempo. Y si lo logras, puedes acabar adelantando el desarrollo de tu tercer ojo.